Una constelación familiar se puede hacer en grupo, generalmente en un taller en lo cual las participantes se constelan y son representantes de los sistemas familiares también. En las constelaciones familiares en un grupo cada participante plantea un tema que cause sufrimiento, impedimentos, enfermedad, bloqueos etc. El tema se describe lo más breve posible y se conecta con las emociones presentes, evitando interpretaciones y explicaciones, lo que ayudará a encontrar una solución nueva, no visto anteriormente. La facilitadora se guía por el sentir de la consultante y representantes, quienes forman “un campo informado” donde ese sentimiento muestra su naturaleza profunda y al tiempo las relaciones que ese sentimiento tienen con otras personas, así se eligen representantes entre los presentes, estos en muy poco tiempo y movidos por el campo informado, adoptan posturas, gestos… como las personas que están implicadas (aun sin conocerlas). Y así la constelación va tomando un sentido, mostrando el origen del sufrimiento , cada paso de la constelación se mueve por fuerzas sanadoras y aclarando, la verdadera naturaleza de problema, dando paso a una solución, que a cada participante se le muestra única, creativa, reconfortante y llena de esperanza. En una sesión de constelaciones familiares individuales, utilizo a menudo el genograma, es un instrumento de acercamiento al sistema familiar y sus circunstancias, en los comentarios sobre el mismo, se puede percibir donde la energía quedó sin completar. También uso como representantes muñecos, cojines, anclajes y papel. Una vez al mes tenemos un taller de constelaciones familiares y para hacer su cita para una constelación familiar individual me puede contactar al 5646-6515.
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Este cuento de Bert Hellinger, lo utilizamos a menudo en los talleres y siempre nos dice algo nuevo. A veces sentimos la necesidad de contárselo a alguien…..y de paso refrescarnos con su impacto. Hoy lo comparto con ustedes.
Un discípulo le preguntó a su maestro que es la libertad?. Qué libertad? pregunto el maestro. La primera libertad es la necedad. Se asemeja al caballo que, relinchando, derriba a su jinete. Pero tanto más fuerte siente su mano después. La segunda libertad es el arrepentimiento, se asemeja al timonel que se queda en el barco naufragado, en vez de bajar al bote salvavidas. La tercera libertad es el entendimiento. Se presenta después de la necedad y después del arrepentimiento. Se asemeja a la brizna que se balancea con el aire y porque cede donde es débil se sostiene. El discípulo pregunto ¿eso es todo? Replico el maestro: Algunos piensan que son ellos mismos los que buscan la verdad de sus almas. Pero la gran alma piensa y busca a través de ellos. Al igual que la naturaleza, puede permitirse muchos errores. Ya que sin esfuerzo sustituye a los jugadores equivocados por otros nuevos. A aquel, sin embargo, que deja que sea ella la que piense, a veces le concede algún margen de movimiento y, como el rio lleva al nadador que se entrega a sus aguas, también ella le lleva a la orilla, uniendo sus fuerzas a las de el. Los miembros familiares están unidos de forma profunda por el amor, solo para que este amor ayude a nuestro crecimiento, ha de estar ordenado. Este orden comporta que a los miembros posteriores no deben adjudicarse situaciones que son de los anteriores. A veces los hijos están tan ligados a sus padres o a sus antepasados que fueron excluidos, que murieron… que les quieren seguir. Seguirles en la muerte, en la enfermedad… o en los problemas. Por ejemplo: un padre maltratador es expulsado de la familia. El hijo se siente ligado a la madre y no puede querer al padre. Si lo quisiera seria como una falta de lealtad hacia ésta. El hijo se dice: “Yo no seré nunca como mi padre” Pero, en un caso así, muchas veces el hijo acaba siendo un maltratador. ¿Por qué? Porque ésta sería una manera de querer a su padre, de hacerlo presente en la familia. ¿Cómo se podría evitar esta situación? La madre podría evitarla dando permiso al hijo para que quiera al padre. Ella ha de honrar al padre en el hijo, porqué si no lo hace así el hijo tiene muchas posibilidades de convertirse en un maltratador. Hellinger llamó a esto amor ciego. Siempre se hacen las coses por amor. En este caso, por amor, un posterior (el hijo) se ha adjudicado algo que es del anterior (el padre). El orden está relacionado con dar la bienvenida a todo aquello que nos viene de la vida, de aquellos que nos dieron la vida: “ lo bueno” y “ lo malo”. El buen amor significa honrar a los padres y a todos los anteriores. Todas las tradiciones de sabiduría, todas las religiones tienen como fundamento honrar a los padres. Y no distinguen entre buenos y malos. Los padres son los grandes y nos dieron el don más grande: la vida. Hellinger habla de la conciencia familiar. El hijo siente que para poder formar parte de su familia y considerarse inocente no puede ser más rico, más feliz, más sabio que sus padres. Por ejemplo: no puede ser feliz con su pareja, porque su madre no fue feliz con la suya. Si fuera feliz parecería una falta de consideración a la madre, que no pudo serlo. Se ha de poder superar una cierta culpa para ser, tener, vivir más que los anteriores. ¿Qué se necesita para hacer una constelación familiar? Que la persona que quiere constelar tenga un tema clara conectada con dolor, no se puede constelar por curiosidad o para investigar lo que pasó. La facilitadora en constelaciones familiares no conduce, acompaña. Y no trabaja únicamente con quien constela sino con su familia sin que están presentes. De esa manera, la constelación familiar no sirve solo para quien constela sino que cada uno de la familia puede sentirse tocado por uno u otro aspecto de lo que se está trabajando. La constelación familiar trabaja la reconciliación dentro de uno mismo, con su sistema familiar y la aceptación de la realidad, tal como fue y es. Es un trabajo muy rico y que puede dar frutos, a veces de manera inmediata, a veces pequeña semilla más tarde, pasados meses o incluso, años. Bert Hellinger, que es quien a partir de 1996, dio cuerpo a este nuevo enfoque de intervención terapéutica, da mucha importancia a los hechos ocurridos en la familia: los hechos relacionados con la vida, la sexualidad y con la muerte. Tiene importancia, por ejemplo, la muerte de los padres cuando el hijo es aun muy pequeño, los niños muertos prematuramente, los sucesos de guerra, las muertes traumáticas, los abortos provocados. También tienen importancia los hechos ocurridos en referencia a la sexualidad: las violaciones, abusos sexuales, las antiguas parejas, la convivencia, el no tener pareja. Además toma en cuenta sucesos/pérdidas importantes como las ruinas familiares, las emigraciones etc. |